La generación de basura es una de las mayores problemáticas de nuestro tiempo, ya que estos desechos contribuyen a la contaminación del aire, el agua y el suelo, sobre todo cuando no son tratados adecuadamente, lo que los convierte en un foco de infección al atraer plagas como moscas, cucarachas y roedores que pueden transmitir enfermedades peligrosas para los seres humanos.
Esta situación se ha agravado a medida que la población se ha desplazado hacia las ciudades para vivir, enfrentando una serie de cambios en las formas de producción y consumo. Ciertamente, los productos que más se consumen suelen utilizar demasiados embalajes que casi siempre se terminan desechando y, por ende, se convierten en contaminantes para el entorno.
Por ello, con el fin de mitigar este problema, se han puesto en marcha diversas acciones para un mejor manejo y aprovechamiento de los desechos.
En México se generan 102,895 toneladas de basura diariamente, de las cuales solamente se recolecta el 84%. Esto quiere decir que el otro 26% termina en barrancas, terrenos baldíos, ríos y mares, afectando gravemente los ecosistemas.
Solamente en la Ciudad de México se producen alrededor de 12,998 toneladas de residuos diarios de los cuales el 47.98% se origina en casas habitación, 25.60% en comercios y 26.42% en servicios y otros. Tomando en cuenta estas cifras, se calcula que cada persona genera poco más de 1.3 kilos de basura diariamente. Por estas razones, cada capitalino debe poner de su parte para contribuir a un manejo apropiado de los residuos.
A partir del 2017, entró en vigor una nueva norma que determina que los ciudadanos deben separar la basura en 4 categorías antes de entregarlos al servicio de recolección: orgánicos, inorgánicos reciclables, inorgánicos no reciclables y desechos voluminosos o de manejo especial; designándose ciertos días de la semana para la recolección de cada categoría.
Esta norma tiene como objetivo facilitar el manejo eficiente de los residuos, promover la reutilización y reciclaje de materiales, así como el aprovechamiento de los desechos orgánicos.
Este tipo de residuos se pueden aprovechar para generar abono orgánico y biogás, un tipo de combustible que resulta del proceso de descomposición.
Estos pueden aprovecharse nuevamente, sea mediante un proceso de reciclaje o de reutilización.
Es importante entregarlos en una bolsa o caja por separado para facilitar el trabajo de los recolectores.
En general, este tipo de desechos son fuente de contaminación de suelos y fuentes de agua, por lo que nunca deben ser depositados en los vertederos de basura.
La Ciudad de México alberga 7 mil condominios integrados por 600 mil viviendas donde diariamente se generan varias toneladas de residuos sólidos.
A pesar de la regulación existente en CDMX, la basura en condominio parece estar asociada a malos hábitos. Una de las causas es que los inquilinos no se encargan de entregar sus desechos al servicio de limpia directamente, pues los condominios cuentan con contenedores o depósitos especiales donde se almacenan hasta ser recolectados.
En este sentido, usualmente los inquilinos dejan sus bolsas de basura de una forma más o menos anónima, por lo que muchas veces la desechan de forma descuidada y sin cumplir con los lineamientos, perjudicando al resto del condominio.
De acuerdo con la Ley de Propiedad en Condominio de Inmuebles de la CDMX, es indispensable que la Asamblea promueva la correcta disposición y reciclaje de residuos sólidos, corroborando que exista la cantidad suficiente de contenedores de basura dentro del condominio.
Además, la administración del condominio está facultada para establecer ciertas pautas y normas para que los inquilinos se hagan responsables de los residuos generados en sus hogares. Para este efecto deberá incluir los lineamientos para el manejo de los residuos en el reglamento interno.
Es importante que se definan las multas y sanciones para quienes no cumplan el reglamento. También es necesario que un vigilante o, preferentemente el Comité de Medio Ambiente, esté pendiente de quienes tiran la basura para que esta sea clasificada.
Colocar una cámara de vigilancia en el área de los depósitos para los desechos resulta adecuado y facilita el monitoreo de la actividad de los vecinos en caso de que el vigilante no esté presente.
Para implementar el nuevo reglamento para basura en condominio, la administración deberá brindar información adecuada a trabajadores de limpia y residentes para que aprendan a identificar los distintos tipos de desechos. Se deberán colocar afiches o letreros en los depósitos de basura, indicando ejemplos para que la información esté siempre disponible para los residentes.
Con la aplicación de Comunidad Feliz es posible dar aviso sobre los lineamientos y multas para el manejo de los desechos a través del muro de la comunidad.
Es conveniente que la información se haga saber en reuniones vecinales y que el representante de cada departamento firme un acuerdo que confirme que ha recibido y comprendido el reglamento y las sanciones, pues la administración podrá respaldarse con este documento para el correspondiente cobro de multas.
Se deberá prestar atención a los nuevos inquilinos, ya que muchas veces se trata de personas que han migrado recientemente a la Ciudad de México y desconocen los lineamientos para la adecuada separación de residuos.