Para la gran mayoría de las familias mexicanas, las mascotas son un integrante más; incluso a los perros se les llama de manera cariñosa “perrhijos”. Sin embargo, el hecho de tener un perrito o gatito en casa, trae consigo muchas responsabilidades, sobre todo si se vive en un condominio o departamento pequeño. Por eso es muy importante que sepas cuáles son las normas para tener mascotas en los condominios.
Si bien legalmente no se puede prohibir el acceso a mascotas en condominios o departamentos, la Ley de Propiedad en Condominio para la Ciudad de México sí prohíbe poseer animales que “por su tamaño o raza afecten la seguridad, salubridad o comodidad del condominio o de los condóminos”. En este caso, serán los dueños del animal en cuestión los responsables de dichas acciones.
No se dan muchas más explicaciones y termina siendo muy vaga la norma; pero se puede traducir a que mascotas grandes en espacios pequeños no son la mejor idea. También que los animales “agresivos” sin supervisión tampoco son bienvenidos.
Muchos propietarios o arrendatarios lo piensan dos veces antes de permitir en su condominio acceso a mascotas. Es que los animales de compañía son una de las principales quejas entre vecinos debido a los siguientes motivos:
Así que más allá de tomar en cuenta lo dicho por la ley, se debe acatar a las normas establecidas por el dueño de la propiedad o administración del condominio, las cuales se pueden (o deben) conocer antes de firmar cualquier contrato.
En el reglamento interno de un condominio es donde se especifica si las mascotas son permitidas o no, así que es imprescindible revisarlo con atención antes de tomar cualquier decisión. En la fracción XIV del artículo 53 de la Ley de Propiedad en Condominio para la Ciudad de México, se habla sobre lo que dicho reglamento puede contener:
“Determinar, en su caso, las medidas y limitaciones para poseer animales en las unidades de propiedad privativa o áreas comunes; si el Reglamento de esta Ley fuere omiso, la Asamblea General resolverá lo conducente;”
Si por algún motivo pasaste por alto la lectura de este documento y al mudarte a la nueva propiedad te encuentras con que no se permiten mascotas, puedes hablar directamente con el administrador y exponer tu situación. Si te comprometes a seguir con las normas de convivencia y aseguras que tu mascota no será una molestia para la comunidad, podrían ser flexibles.
Si vives en un departamento pequeño, lo ideal tanto para la salud de tu mascota como el bien de tus vecinos, es adoptar un perro que no crezca mucho y que, por su raza, no sea agresivo y pueda convivir con personas. Un gato es una excelente opción.
Recoge sus desechos y limpia con frecuencia. No hay nada más molesto que toparse con desechos de animales en las áreas comunes o incluso en la calle. Cuando saques a pasear a tu perro, lleva siempre contigo una bolsa para recoger inmediatamente sus heces. De este modo ayudarás a mantener limpio el condominio o vecindario.
Si bien nuestro perro puede ser muy amistoso con nosotros o con nuestra familia, puede ponerse nervioso con desconocidos y provocar accidentes. Tomemos en cuenta que no a todo el mundo le gustan los animales, así que lo mejor que podemos hacer es pasearlos con correa y siempre cerca de nosotros.
El ruido emitido por ladridos o maullidos de animales es sumamente molesto y puede acarrear muchos problemas. Mantén a tu amigo peludo en buen estado de salud, tanto física como mental, aliméntalo correctamente y sácalo a pasear para que descargue energía.
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