Con la actual alza de los alquileres, es común que los inquilinos subarriendan la vivienda para poder costearla. Sin embargo, se debe tomar en cuenta que esta práctica está expresamente prohibida a menos que el arrendador lo autorice.
Continúa leyendo y conoce cuáles son las obligaciones de los vecinos que subarriendan en México.
El subarriendo de viviendas consiste en, valga la redundancia, subarrendar a su vez a un tercero, parte o la totalidad de una vivienda de la cual no se es dueño, sino arrendatario. En otras palabras, rentarle a otra persona parte de la casa o departamento que en un primer lugar se rentó. Este tercero es completamente ajeno a la relación que el inquilino guarda con el arrendador.
Mucho ojo con esto. Subarrendar es totalmente legal siempre y cuando se haga bajo el consentimiento del propietario y no se infrinja ninguna cláusula del primer contrato de arrendamiento.
De acuerdo con el artículo 2480 del Código Civil Federal, el inquilino no puede subarrendar o ceder sus derechos de la vivienda arrendada sin consentimiento del arrendador; de lo contrario será responsable de los daños y perjuicios que sufra dicho bien.
Si el arrendatario o propietario llegara a dar su consentimiento sobre el subarriendo de la vivienda, dicha autorización deberá quedar estipulada en un contrato por escrito, así como todas las obligaciones y responsabilidades que el arrendatario adquiere.
1.- El arrendador o dueño de la vivienda.
2.- El arrendatario o inquilino que firma el contrato con el arrendador.
3.- El subarrendatario que firma o contrata con el inquilino el subarriendo parcial o general de la vivienda.
Según el Código Civil Federal estas son las obligaciones que el inquilino adquiere al subarrendar:
En pocas palabras, el arrendatario será responsable de los subarrendados y pagará cuentas al arrendador o dueño del lugar. Él deberá hacerse cargo de que el subarrendado contribuya al pago de Cuotas de Mantenimiento y que el espacio que ocupe esté en condiciones óptimas; de lo contrario es el arrendatario quien se hará cargo de cubrir los daños.
No contar con la autorización previa será una causa de rescisión del contrato original y, por lo tanto, también del subarriendo. Por si esto no fuera poco, tanto el subarrendatario como el arrendador, podrán exigir una indemnización por daños y perjuicios de igual modo. Los beneficios del subarriendo son muchos, sin embargo, más vale hacerlo por la vía legal para evitar posibles problemas.
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